Libros Antiguos y Extraños inmortalizan la
Historia
¡El libro es
en cierto modo fracturar el mundo
y rehacerlo!
Con motivo del “Mes del Libro
y la Literatura” se realiza la exposición de “Libros Antiguos y Extraños”
en el Museo Casa de la Estrella de
Valencia.
La muestra busca incentivar más a la lectura que
brinda la comodidad del Libro. Frente al hechizo que se
evidencia en la sociedad actual – sobre
todo en jóvenes y algunos esnobistas adultos -
que se deja deslumbrar por las Redes Sociales
y cada día suma más seguidores.
Interesantes libros se deja ver en esta exposición
tales como un ejemplar de la obra “Don Quijote” en miniatura editado en 1903
por Saturno Callejera. La recopilación del primer diario de la ciudad de
Valencia “La Voz Pública” en fechas comprendidas desde el 2 de enero de 1878
hasta el 30 de abril del mismo año. Y, el Primer Censo Nacional realizado
durante el gobierno del Presidente Antonio Guzmán Blanco que data del año 1874.
Dentro de esta recopilación de libros destacan las
cartas y manuscritos de Francisco
González Guinán, abogado, periodista y
político venezolano, considerado como
uno de los historiadores más destacados del Siglo XIX. Otra
reliquia de suma importancia es
la colección original de la revista cultural “El Cojo
Ilustrado” desde 12 de enero hasta el 15 de diciembre de 1892.
En cuanto a la historia de Europa se encuentra el
ejemplar de la “Historia de España” desde la era primitiva hasta Fernando VII y
un tomo de la Historia de Francia antes de 1789.
Visitas Guiadas…
Una vez que termines de ver las obras tienes la oportunidad de recorrer el Museo con la ayuda de los trabajadores que
se encarga de las visitas guiadas y conocerás la historia de la casa a través del
tiempo. Inclusive, pondrás disfrutar de un video que narra con imágenes toda la
leyenda de la casa convertida en ¡El Museo Casa de la Estrella de Valencia!
En la Edad Media
La Edad Media había establecido entorno al libro cuatro funciones
distintas: el Scriptor que recopiaba sin agregar nada; El Compilator: quien no agregaba
nada por cuenta propia; El Commentator: quien no intervenía en el texto recopiado sino para hacerlo inteligible. Y,
por último El Autor: quien expresaba sus propias ideas, apoyándose siempre en
otras autoridades. Tal sistema, se estableció con el fin de ser fiel al texto
antiguo. Así, se rendía respeto a los filósofos
de la época. Hoy, en día ¡El
crítico sería, entonces, El Commentator! ¿Pero, lo es plenamente?
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