Día del Músico…
Cada 22 de noviembre se rinde
especial homenaje a cuantos han dedicado su vida a la creación y la ejecución
musical, regalándole al público, a través de los diversos géneros, melodías,
ritmos y sonoridades que elevan el espíritu y colman de plenitud la existencia.
La Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), estableció el 22 de
noviembre como Día Mundial de la Música, con la finalidad de ofrecer un
merecido tributo a músicos cuya contribución artística ha acompañado el
desarrollo de la civilización occidental a través de los siglos.
El
término música proviene del griego mousike, que significa «arte
de las musas». Como toda manifestación artística, es un producto cultural. Su
objetivo es suscitar una experiencia estética en el oyente, así como expresar
sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. Se trata de un estímulo que
afecta de manera total el campo perceptivo del individuo; entonces, el flujo
sonoro puede cumplir variadas funciones, ya sean de entretenimiento,
comunicación y ambientación, entre otros.
La
música es, además, un lenguaje que une a las personas a través de los ritmos y
los sonidos. Es un medio de expresión único, capaz de trascender barreras
culturales de otro modo infranqueables, porque apela a algo esencial: la
sensibilidad ¡Esa facultad de sentir emoción! En la antigüedad, las manifestaciones
musicales del hombre consistían en la exteriorización de sus sentimientos
armonizando el sonido de su propia voz, para diferenciarlo del hablar cotidiano
utilizado para comunicarse. Los primeros instrumentos fueron los objetos o utensilios,
o el mismo cuerpo del hombre ¡capaces de producir sonidos!
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